Ángel
Fraile
Ayer
sábado, día 7 de julio de 2012, se celebró en Vallelado el XXV
festival del ajo, organizado por el grupo local de danzas “Bieldo”.
Con la plaza del Barruelo a rebosar de gente, comenzó este festival
a las 9:30 de la noche con una agradable temperatura. El centro de la
plaza repleto de sillas donde se acomodaban los que así lo quisieron
y todo alrededor de la misma plaza lleno de personas que aguantaban
de pie. Gentes de Vallelado y de los pueblos de alrededor, de Cuéllar
y seguramente de más lejos.
Este año
se cumplía el XXV aniversario de este festival, al que vienen y han
venido como invitados durante estos años, grupos de danzas de muchos
lugares de la geografía nacional. En esta ocasión, venía invitado,
el grupo de danzas de Gurrea de Gállego,
un pueblo de la provincia de Huesca.
A lo largo
de todos estos 25 años han pasado por el grupo Bieldo muchas
personas de Vallelado, aunque como es lógico, se ha ido renovando e
incorporando al mismo gente joven. En esta edición han querido que
todos aquellos que formaron parte del grupo, bien sean de Vallelado o
de otros pueblos cercanos, pero que durante algunos años formaron
parte de Bieldo, se juntaran y rememorasen tiempos pasados. Y así ha
sido. Con unos meses de ensayo, se han puesto al día y con gran
ilusión han demostrado sus artes en el baile y la danza.
Con este
grupo más veterano comenzó la función. A continuación
participaron los componentes actuales del grupo, dando paso al
conjunto visitante de Huesca, que expusieron el repertorio propio de
su pueblo. Este grupo tiene danzas distintas a las que estamos
acostumbrados a ver en nuestra región además de incorporar a la
rondalla que les acompaña, instrumentos de viento como el acordeón,
etc.
Para
finalizar de nuevo el grupo local. Luego se hizo una pequeña
exposición sobre la historia del grupo y como comenzó su andadura,
expuesto por Mª Carmen, directora durante muchos años, finalizando
con la entrega de regalos entre los dos grupos participantes.
El ambiente
fue muy agradable y todos pasamos una buena velada disfrutando de los
bailes y de la música con la que disfrutaron también nuestros
abuelos.